Teorías las hay para todos los gustos. Hace poco y gracias a escáners, descubrieron cavidades en el interior de ellas sin pasadizos para llegar. Nadie sabe lo que hay en ellos ni para lo que servían. Y, claro... tampoco van a desmontarlas para saberlo. Hace muchos años, escaneando una de las piedras, descubrieron una burbuja y un pelo humano en su interior. No veas la sorpresa. Y como nadie supo lo que hacían allí, olvidaron el asunto. Hay dibujos en los que se ve a cadenas de trabajadores llenando grandes cajas con algo que sale de ánforas. Nadie sabe lo que es, pero los entendidos propusieron que era grano, harina o algún alimento para almacenar; es lo más lógico. Pero después de encontrar el pelo y la burbuja... Antes se creía que las construían esclavos. Ahora se sabe que eran trabajadores libres y sus poblados tenían escuelas, hospitales y comedores. Vamos... como las colonias textiles de principios del XX. En fin... nadie está seguro de nada y como no descubramos la máquina del tiempo, nunca sabremos cómo las hicieron.
Hola, Pau, cómo me alegra verte por aquí. A mí también me fascinan estos temas aunque no entiendo nada. Es verdad, nunca lo sabremos y es una pena, ¿verdad? Aunque ... quién sabe. Un fuerte abrazo.
Teorías las hay para todos los gustos.
ResponderEliminarHace poco y gracias a escáners, descubrieron cavidades en el interior de ellas sin pasadizos para llegar. Nadie sabe lo que hay en ellos ni para lo que servían. Y, claro... tampoco van a desmontarlas para saberlo.
Hace muchos años, escaneando una de las piedras, descubrieron una burbuja y un pelo humano en su interior. No veas la sorpresa. Y como nadie supo lo que hacían allí, olvidaron el asunto.
Hay dibujos en los que se ve a cadenas de trabajadores llenando grandes cajas con algo que sale de ánforas. Nadie sabe lo que es, pero los entendidos propusieron que era grano, harina o algún alimento para almacenar; es lo más lógico. Pero después de encontrar el pelo y la burbuja...
Antes se creía que las construían esclavos. Ahora se sabe que eran trabajadores libres y sus poblados tenían escuelas, hospitales y comedores. Vamos... como las colonias textiles de principios del XX.
En fin... nadie está seguro de nada y como no descubramos la máquina del tiempo, nunca sabremos cómo las hicieron.
Hola, Pau, cómo me alegra verte por aquí. A mí también me fascinan estos temas aunque no entiendo nada. Es verdad, nunca lo sabremos y es una pena, ¿verdad? Aunque ... quién sabe.
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