lunes, 15 de febrero de 2010

El bendito autoempleo.

Cíclicamente, gobierne quien gobierne, se lanzan fuertes campañas publicitarias en prensa, radio y televisión para que los trabajadores en paro creen su propia empresa y se les presiona en cursos y en charlas para que arriesguen su propio dinero y lo expongan a la voracidad de un mercado salvaje y enloquecido sin protección ni garantías de ningún tipo, pero esto último no te lo dicen, el caso es que ellos reduzcan el paro como sea aunque al final tú tengas que cerrar y pierdas todo el dinero que has puesto en la aventura (nunca mejor dicho) y te quedes en la calle esta vez sin prestación por desempleo y lleno de unas deudas de las que, aunque en teoría no respondes por ellas, en la práctica respondes con tu vida y milagros o cualquier acreedor desaprensivo y mafioso te da una paliza o algo peor impunemente.
Está todo muy bien diseñado. Hay un gran entramado (que mueve mucho dinero) dispuesto a convencerte, hay planes de viabilidad, hay supuestas tutorías (que luego no funcionan) y hay luego un "pío, pío, que yo no he sido" y un "sálvese quien pueda" cuando la cosa se tuerce o nunca se encarriló bien desde el principio.
Porque en este "proyecto empresarial para valientes emprendedores" te hipotecas y te entrampas hasta las cejas y tienes que hacer de señor de la limpieza, conserje, botones, administrativo, contable, comercial, jefe de personal, director financiero y director general sin sueldo, todo lo cual no tendría mayor importancia si la cosa fuera medianamente regular para poder salir comido por servido. La tragedia sobreviene cuando nada va bien y todos los meses tienes que pagar unos gastos fijos e inflexibles mientras que, por hache o por be, no consigues clientes suficientes para salir a flote hasta que, desesperado y al borde de la locura, no puedes más y tienes que cerrar.
Y quien no me crea, que pregunte a cualquier autónomo o asociación de autónomos a ver si es verdad o mentira. Puede que uno de cada trescientos mil casos salga bien por circunstancias especiales atípicas, pero en el resto es una verdadera masacre de la que ya puedes ir a reclamar al maestro armero porque (aunque te hayan engañado miles de personas y organismos institucionales) a la hora de la verdad nadie ha sido responsable más que tú mismo y tú te quedas con una mano delante y otra detrás y tienes que tirar como sea partiendo no ya de cero (¡eso sería un sueño!), sino de menos veinte o por ahí. Y da gracias si no te ves envuelto en procedimientos judiciales o no sales muy mal de ellos.
Por eso dije una vez y repito que esto parece tener toda la pinta de ser un timo legal muy bien montado y adornado en el que te engañan con el rollo ese de lo bonito que es ser tu propio jefe, pero en el que no os debéis dejar engañar salvo que estéis muy seguros o tengáis la casi absoluta certeza de que la empresa es tan sólida que no puede fallar. No olvidéis que los empresarios son gente con mucho dinero, un respaldo familiar muy fuerte, un círculo de relaciones muy afianzado y una red muy grande de clientes, que apuestan sobre seguro y no se la juegan nunca. Eso sin entrar a hablar de la economía sumergida.
Nunca juguéis al autoempleo, nunca. Es la trampa mortal de todos los gobiernos contra los trabajadores y su gran engaño para desclasarles, hundirles y que ellos solitos se den el tiro de gracia. Pero, oye, el que quiera probar ... ya sabe.
Javier Auserd.

4 comentarios:

  1. Recuerdo que hace años, en la penúltima crisis, se "puso de moda" coger toda la pasta del paro de una tacada para montarse algún negocio. En mi ciudad muchos fueron los que abrieron pequeños comercios (bisutería, ropa, objetos de regalo, jardinería, baretos y mil cosas más) que al cabo de unos meses se habían ido al carajo o no daban a fin de mes ni para un bocadillo.
    Conceder todo el subsidio de golpe para que te autoemplees es una manera de hacer que en principio la pasta rule. El dinero está parado y una forma de que quien se monta chiringuitos dé trabajo a los albañiles, carpinteros, electricistas etc., es venderles la moto del "mola ser tu propio jefe".
    Luego, pasado ese primer impacto "dinamizador", como es de cajón, resulta que sobran tiendas y floristas y zapaterías y bares; y como tú bien dices, se queda la peña sin paro y sin dinero.
    Lo he visto pasar ante mis narices porque trabajé en su momento para algunos de esos pobres incautos, ya que era carpintero.
    La administración, pues, con esa táctica lo que hace es poner en circulación un poco de pasta, la de los más desvalidos, y de paso quitarse unos cuantos "muertos" de encima.
    Queda muy bien poder decir por la tele eso de "hemos reducido en 200.000 parados la cifra del desempleo".
    Un abrazote.

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  2. Desde luego, Furgo. Pues ahora, como sabes otra vez arrecian en la misma trampa (aunque nunca han dejado de insistir en ella). Yo he visto también como tú autónomos desesperados y descapitalizados intentar aventuras imposibles. Reitero: tal y como está el tema en España es un timo, no así en Francia que tiene apoyos serios y sostenibles. Hay otro truco en España: en algunos tipos de negocio (pocos, no en todos) tú estás unos años haciendo labor de zapa a tu jefe, enterándote de todo y luego le robas los clientes y el negocio y a lo mejor te sale bien. Para eso (como para todo) hay que tener estómago y oportunidad. Pero eso, además de mínimo e inmoral, no me parece una alternativa económica presentable y eficiente. Pero, digan lo que digan, Spain sigue siendo "different" y olé.
    Un fuerte abrazo.

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  3. Cada vez que veo a alguien afanado en adecentar un local comercial previamente abandonado, me da por pensar en la ruina a corto plazo deel pobre infortunado( por lo general) que se haya atrevido a esa odisea, más que aventura.

    Aquí siempre pierden los mismos y claro está, los que ganan son los mismos tambien.

    Abrazos

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  4. Pues si es ese el panorama en circunstancias normales,ni que decir tiene de como estamos en estos momentos.La mayoria con tratamiento contra la ansiedad y pensando en el suicidio dias alternos(porque somos fuertes claro)quelástima que empiece a salir ahora la lacra de a donde va a parar el dinero de los contribuyentes...

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