sábado, 27 de marzo de 2010

As nove en Vilademouros.

-¡Alicia, no molestes a los señores!
-¡No nos molesta, déjela un poco, mujer!
-Entonces, te llevaron a la feira.
-Sí. Era una feira muy bonita. Había bestias y burros y ovejas y helados y todo. Lo malo fue que nos tuvimos que ir pronto.
-¿Por?
-Por la carretera.
-No, que por qué os tuvisteis que ir tan pronto.
-Ah, porque teníamos que estar pronto en casa de mi tía Mariquiña que tenía un neno chiquito, chiquito y, claro, mi madre y yo nos quedamos con ella porque Xoxé estaba de ventas en Louriño y para que no se quedara sola. Mi padre y Andrés, se volvieron luego a casa del abuelo.
-Oye, oye, Alicia, y ¿qué son las bestias?
-¿No sabes?
-No.
-Pues cabalos, home, es que no sabes nada.
-Ah.
-Sí. Cabalos muy grandes, muy grandes, más altos que mi madre. A mí una vez mi padre me subió a uno. Pero es muy peligroso, no te creas, porque está muy alto, muy alto y si no te sujetas bien te caes al suelo y luego lloras.
-Y dónde te subió.
-Al cabalo.
-No, que si fue en Louriño o en Incio.
-Ah, no. En Vilademouro.
-Y eso dónde está.
-¿No sabes dónde está Vilademouro? ¡Hala!
-No. Es que yo no soy de por aquí y … ¡claro!
-Ah, claro, es por eso, ¡pobriño! ¡Pues en la feira, home! Mira, tú te vas por la carretera del pantano, ¿sabes cual es? Pues sigues lejos, lejos, lejos y ¡zas! Hortega. Y la pasas y sigues lejos, lejos, lejos y ya está: Vilademouro y la feira y ya.
-Y ¿cuántos años tienes, Alicia?
-Estos.
-Ocho.
-¡No! ¿Es que no sabes?
-No sé. Es que soy forastero.
-¡Seis!
-¡¿Sólo?!
-¡Claro, home!
-Ah, y ¿vas al cole?
-¿A qué?
-A escuela. Que si vas a la escuela.
-¿A colexio?
-Sí, eso.
-Sí que voy pero otro día no fui porque tuve que ir as nove a Vilademouro con mi padre y mi madre me hizo un papel para la señorita.
-Vamos Alicia, que tienes que dormir. Es una pesada y les estará molestando.
-No, no se preocupe, que no nos molesta. Además se la ve muy espabilada.
-Sí, eso sí, espabilada sí que es. Pero es de traviesa …
-¿Es muy inquieta?
-Sí. No para nada, nada, nada.
-Es muy maja.
-Sí, pero como no para ni calla, se hace pesada.
-No, no. A nosotros no nos molestan los niños. Bueno, Alicia, hasta mañana, que duermas bien y descanses.
-Adiós.
-Otro día nos vemos en Vilademouro con tus padres.
-¿As nove?
-Sí, vale. As nove en Vilademouro. Adiós.
-Chau.
c) Javier Auserd.

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