Abucheos.

Está visto y comprobado que en España nunca tendremos eso que llaman derecha civilizada y que lo que tenemos es un engendro ultrafranquista y antipatriota de los más reaccionarios del mundo al que cuantas más concesiones le hagas más te exigirá, se crecerá y te 'premiará' con abucheos, por gilipollas, gracias a una socialdemocracia pazguata de yupis de diseño que no conocen los resortes del poder pero se creen los reyes del mambo (¡toma batacazo!).

Y todo por no tenerlos bien puestos. Y todo por ser tonto de baba y no utilizar la demagogia necesaria en tiempos de crisis: reducción de ministerios y parásitos asesores, visitas sorpresa a las tropas españolas en el extranjero, dar la cara y explicar que estás atado de pies y manos, anuncio con tiempo de sobra de que no te presentarás después de dos legislaturas, etc., etc. Picardía básica, inteligencia elemental. Te va a dar lo mismo, pero saldrías por la puerta grande y los que te abuchean quedarían como garrulos bananeros y tú como un señor.

Pero no, como nos creemos más listos que nadie, yo hago lo que me da la gana (o sea, lo que me impone el predecesor más traidor, marrullero y guarro de toda la historia del partido) y caigo en todas las trampas y piso todos los charcos y saldré, como Cagancho en Talavera, por la puerta falsa, como un capullito de alhelí y dejaré al país, el cargo y la ideología que represento por los suelos que los todopoderosos neoliberales me han devaluado bajo los pies.

Javier Auserd.