lunes, 1 de noviembre de 2010

Blas de Lezo y Olavarrieta, Cartagena de Indias, 1741.


En estos tiempos de villanos de altos vuelos y rangos con sus villanías y mezquindades de baja estofa, quiero recordar a personajes de todo tiempo y condición de los que, si no fuéramos como somos los españoles, nos sentiríamos orgullosos y lo demostraríamos. Como este soldado del siglo XVIII que, a pesar de uno de sus 'apodos', les da mil vueltas a muchísimos y les dió una lección difícilmente 'olvidable' (aunque cuidadosamente escondida) a los ingleses (y a más de un español) cuando fueron a machacarnos a Cartagena de Indias con una flota desorbitada. No porque fueran ingleses, sino por 'listos' y prepotentes. En nombre de España y del honor de los buenos soldados, gracias, maestro.
Javier Auserd.

3 comentarios:

  1. Bueno, es que llamarse Blas da mucho empaque, je je je je.
    Un abrazote.

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  2. Es verdad que es tocayo tuyo. No me extraña. Un gran tipo. Un fuerte abrazo, Blas.

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  3. El perro inglés que mandaba la escuadra era tan fantasma que hizo acuñar medallitas conmemorativas de la victoria. En plan cuadro de las lanzas, almirante con peluca y lazos hasta en los gayumbos aceptando la humillante rendición del español canijo, sucio y renegrido. Hace poco leí que una salió a subasta.
    Visto por donde se las tuvo que meter el fantasmón, menos mal que no pintaron lienzos de 2x3. Un abrazote.

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