jueves, 5 de mayo de 2011

Averno.

6. Adieu, monde cruel.
Nos quedamos todos con cara de idiota en el muelle de troncos mirando cómo se va la nave por el lago en medio del diluvio.
A pesar de estar agonizando, no he sentido nunca una sensación más absurda desde que me quitaron un caramelo en el recreo el primer día de clase, sobre todo porque me lo quitó un profesor y no le pude soltar un guantazo.
Miramos y miramos alelados la secuencia sorprendente y catastrófica en que 'e la nave va'.
Todo se ha vuelto del mismo color, gris marengo, el cielo, la nave, el lago, el diluvio, nosotros ... y todo está lleno de agua.
De repente, el muelle de troncos cede y caemos al agua. Antes de ahogarnos nos da tiempo a ver que la nave explota y se hunde.
La penúltima carcajada, me llena la boca de ... aire.
© Javier Auserd.

No hay comentarios:

Publicar un comentario