Averno.

9. Outsourcing.

Peter, contra todo pronóstico (como Beatrix Kiddo en Kill Bill), salió del coma y, en su caso, de la clínica psiquiátrica y empezó a buscar a Paramecio para vengarse de él a pesar de estar casi seguro de que no iba a encontrarlo en este mundo y, encima, no sabía por dónde empezar.
Empezó a buscarle por los cementerios de todo tipo, vagando como un alma en pena entre lápidas, tumbas, mausoleos o simple tierra aplastada en medio del campo. Le buscó en el cementerio judío de Praga. Le buscó en los cementerios de Madrid, de Lisboa, Moscú, Berlín, Londres, París, Roma, New York, Boston, Detroit, Los Ángeles, San Francisco, La Habana, Montevideo, Buenos Aires, Tokio, Pekín, Estrasburgo. En Madrid, por ejemplo, visitó casi todos los cementerios: como el Británico, el Civil, el del Cristo de El Pardo, el de Aravaca, Barajas, Canillas, Canillejas, Carabanchel Alto, Fuencarral, el de la Almudena, Vallecas, Villaverde, Carabanchel Bajo, Hortaleza, Vicálvaro, el Sacramental de San Isidro, el Sacramental de San Justo, el Sacramental de San Lorenzo y San José, el Sacramental de Santa María, el Sur.
Estableciendo una absurda asociación de ideas, luego (como es ilógico) le buscó por los tanatorios. Después fueron las iglesias, catedrales, ermitas, conventos y monasterios, sin resultado. Le buscó en el Camino de Santiago, le buscó en los Sanfermines, en la Oktoberfest de Münich, en los Carnavales de Río de Janeiro, en Stonehenge, en la noche de Walpurgis (Valborgsmässoafton), en las Fallas de Valencia, en Transilvania, en la Fiesta del Doble Cinco china, en la Oomisoka, en el Thanksgiving Day, en el Día de la Independencia India, en varios Halloween, en la Fiesta de Iván Cupala, en el Aid Al-Adha, en el Yom Kipur, en las fiestas de Nuestra Señora de Guadalupe. Le buscó en Córcega. Le buscó en Qwghlm ...
Además, tampoco sabía cual era la forma humana, animal, vegetal o mineral de Paramecio, pero confiaba en reconocerlo cuando lo viera porque Peter seguía siendo un optimista patológico y casi esperaba encontrarle con una flecha luminosa destellando encima de su cabeza.
Era, en verdad, poco habitual que hubiera regresado recordando su vida anterior y era más extraño aún que recordara lo sucedido durante el 'purgatorio', pero así era por más que un psiquiatra se hubiera limitado a dudar de la cordura de este individuo. Aunque lo más raro de todo es que había vuelto al mismo universo, época histórica y coordenadas espaciales aproximadas.
Deambulaba y deambulaba sin sentir hambre o apetitos sexuales, sin sentir miedo ni sueño, sin sentir ni frío ni calor por todas las ciudades y continentes del mundo aunque a veces tuviera que disimular para pasar inadvertido. Una lluviosa tarde, en Bruselas, se metió en un callejón sin salida y al darse la vuelta para salir descubrió una pequeña tienda con el escaparate tapado por una tela de color beige y un rótulo que decía 'Xe' en la puerta. Se acercó y vio que en la placa, debajo de 'Xe', ponía en letras más pequeñas: 'Xe Services LLC'. Entró. Y, de momento, no vio a nadie. Estaba admirando un cuadro de guerra naval (probablemente de El Almirante Nelson de la Royal Navy), cuando del interior salió un cachalote, cuadrado como un armario, que se presentó a sí mismo:

-My name is Outsourcer, Mente Kato Outsourcer, Mr. Bloom. Nice to meet you. Goes your band well?
-I'm not Mr. Bloom, Mr. Outsourcer. You're in a mistake.
-O.k. sir. I beg your pardon. I listen you.
-I'm looking for a guy in Baghdad.
-Mmm, Baghdad ... I understand. Wait a moment, please.

Una vez ajustado el precio y efectuada la transferencia, Peter se tumbó en la cama de la habitación del hotel a esperar la suicida salida hacia Bagdad. Al fin una pista. La había conseguido a través de un rabino en Toledo y tenía que seguirla con escasas pero ciertas probabilidades.

© Javier Auserd.