sábado, 24 de abril de 2010

La muerte es el olvido.

"No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo". (...)
Don Francisco de Quevedo.
Se nos olvida continuamente que la verdadera muerte es el olvido. El olvido de alguien, el olvido de algo, la tergiversación, la maldad, la mentira que da la vuelta a lo que ocurrió y mata la realidad. Y nos vuelve a pasar en España con la Memoria Histórica (porque hemos sido gilipollas y volveremos a serlo) y nos pasa con el Sáhara. Y porque nos pasa, pueden los vencedores de entonces, los fascistas y los asesinos y el Sultán de Marruecos y sus esbirros, volver a vencernos una y otra y otra vez contando las mentiras y las falsedades para que los jóvenes se las crean y vivan en el damoclesiano y temeroso error. Pero los que las vivieron y sufrieron el miedo, el dolor y el silencio y los que luego vivimos la dura represión de la libertad y la democracia ansiadas y exigidas y los fusilamientos de última hora, sabemos lo que pasó y tenemos que repetirlo hasta que nos quedemos sin voz para que no nos quiten también la razón de la verdad ni la verdad de la razón, ni la razón misma, para que no se nos vuelvan a ensuciar encima una y otra vez como si fuéramos eriales de sus cortijos, perros de sus cotos, esclavos de sus fábricas. Porque no es cuestión de puntos de vista ni de opiniones subjetivas. La Historia fue como fue y no es opinable. Puede haber apreciaciones ligeramente divergentes, pero son mínimas y de poca trascendencia. Los hechos son los que fueron, desnudos, crueles, terribles, atroces, salvajes y la maldad los retuerce y falsea con una impudicia digna de que Dios se salte su propia neutralidad del contrato y reparta rayos a diestro, sobre todo entre los asesinos y pederastas que se dicen suyos y cometieron los crímenes y pecados más inhumanos, humillantes y vergonzosos.
Recordemos: Había en España un gobierno democráticamente elegido, con una Constitución aprobada por unas Cortes constituyentes (no como ésta), contra el que se alzaron criminalmente unos militares sin honor que tenían que haber sido detenidos, condenados con pruebas legales de sobra y ejecutados por alta traición. Pero ganaron una guerra fraticida de tres años con la ayuda de la Alemania de Hitler y al final soltaron a unos llamados falangistas que fueron asesinando españoles y tirándolos a las cunetas para aterrorizar a sus familias a las que torturaron y persiguieron sin razón alguna y Franco mantuvo bajo una sangrienta dictadura a todo un país 36 años porque a los yanquis les interesó de golpe tener a mano parapetos anticomunistas. Setenta años después, los asesinados y sus familias no descansan en paz todavía y los jueces que intentan hacer cumplir las leyes son perseguidos por una extraña alianza presuntamente falanjoizquierdista compuesta por odios políticos y por venganzas personales.
Impresión personal subjetiva: Si no estuviéramos en la Unión Europea, volveríamos a estar ya bajo otro golpe de estado jurídicofinanciero.
Recordemos: Había una provincia española pendiente de descolonización llamada Sáhara Occidental. El Sultán marroquí hizo una Marcha Verde de militares disfrazados de civiles que la invadieron. El gobierno de Franco ordenó a las tropas españolas que huyeran en lugar de cumplir con su deber. El gobierno de Marruecos persiguió a la población civil saharaui indefensa y desarmada, la bombardeó con napalm y fósforo blanco, hubo unos 15.000 asesinados, los supervivientes huyeron a territorio argelino donde el gobierno argelino les dejó instalar Campamentos de refugiados. El gobierno de Marruecos ocupó militar e ilegalmente el territorio del Sáhara y desde entonces detiene y tortura arbitrariamente a los saharauis, viola los Derechos Humanos, incumple y se ríe de todas las resoluciones de Naciones Unidas que le dicen que acepte un referéndum de autodeterminación y apoyados por Francia, USA y ante la cobardía de España sigue reprimiendo al pueblo saharaui. Hace 35 años que todo sigue igual y nadie mueve un dedo.
Los aliados sabían muy bien lo que hacían cuando instaron a incluir el negacionismo como delito en el código penal alemán. Pues bien, incluyamos nosotros la condena del franquismo (como régimen de terror) para legalizar o no partidos, asociaciones y sindicatos y seremos más justos y más libres.
Recordemos una y mil veces: la muerte es el olvido, la mentira es su brazo armado, su grupo terrorista. Pueden matar nuestros cuerpos, pero que nunca consigan matar la verdad. ¡Insistamos!
Javier Auserd.

4 comentarios:

  1. Ha sido interesante leerte.

    Un beso muy grande.

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  2. Hola, Sak, gracias por leerme. De verdad que no pretendo estar en posesión de la verdad, pero es que hay cosas tremendas. Franco también persiguió a muchos buenos católicos de derechas (algunos incluso se exiliaron) que no pudieron tragar un sapo tan monstruoso, pero pelotas (por decirlo de forma suave) los hay en todas partes y lo taparon. Pero ya está bien. Con esto quiero decir que yo no tengo nada contra la gente de derechas, sino contra la gente deshonesta. En fin ... un beso muy grande.

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  3. Dino, se que eres una persona muy honesta. Yo es que no entiendo nada de política, soy nula en eso.

    Por supuesto nunca sería partidaria de una dictadura, ni de una represión atroz.

    No soy de ningún partido, no creo en los políticos. Pienso que el poder corrompe siempre, y que los que llegan arriba con grandes ideales, después los olvidan.

    Eso sí, siempre estraré de parte del oprimido, del obrero, del pobre, y de la libertad.

    Muchos besos.

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  4. Ay, Sak, ya nos daríamos con un canto en los dientes si algún partido cumpliera tus objetivos. No te culpo por no creer en los políticos profesionales porque nos siguen vendiendo a todos, pero sigo pensando en el tópico famoso de que todo es política (en el sentido clásico des término), desde comprar una barra de pan, hasta votar o manifestarnos.
    En fin, te mando un beso grande.

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