Fue presidente de gobierno en Borregistán y se dedicó a hacer justo lo contrario de lo que decía. Luego traicionó a compatriotas de antiguas colonias. Lo remató traicionando a sus ministros, secretarios de estado, directores generales y compañeros de partido, algunos de los cuales fueron a la cárcel en su lugar. Después traicionó a su familia. Y siempre traiciona a los trabajadores con frasecitas y posiciones demagógicas. ¡Este hombre es una mina! (para los dueños del mundo).
Javier Auserd.
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