martes, 22 de junio de 2010

Hay que ser buenos chicos.

Hay que ser buenos y confiar en nuestras autoridades, que quieren lo mejor para nosotros a costa de sacrificios personales como reajustes de incentivos o reducción de festines compensatorios. Un ejemplo a seguir es el honorable exministro felipista Miguel Boyer, que, muy acertadamente, predica la eliminación del subsidio de desempleo porque si seguimos con él no habrá para gratificar lo suficiente a los pobres altos ejecutivos que verán reducida sus lógicas aspiraciones y pensarán menos y peor y eso no puede ser: es preferible que cinco millones de gorrones desempleados se queden sin nada y se mueran (solucionando así de rebote el problema de los índices de paro) a que cualquier pobre y honrado alto ejecutivo tenga que reducir sus raciones diarias de fresas con cava o de caviar con champán o de pata negra con sherry. ¡Hombre, no hay derecho, y luego querrán que los mercados sean más sensibles!
Hay que terminar, además, con las opiniones radicales tan nefastas y negativas, cueste lo que cueste. Ya está bien de consentir esas posiciones críticas tan embarazosas que ponen en entredicho la indudable probidad de las élites dirigentes y sus modélicos funcionarios dando pábulo a los desmanes del populacho (que encima huelen que apestan a tintorro barato y son unos degenerados). Se acabó. Que una cosa es la necesaria libertad responsable de nuestra clase política y otra muy distinta el libertinaje de la plebe y de los regímenes totalitarios populistas y antirreligiosos (como Saramago). Y en eso podemos coincidir muy a gusto la izquierda moderada y responsable, gracias a la cual se mantienen los muros de contención que preservan de la caída del capitalismo, de la propiedad privada y de la BP Corporation, pilares del bienestar (sobre todo del nuestro).
De modo que no se hable más (literalmente) de trasnochados y ridículos derechos humanos ni de absurdas puñetas progresistas ni aquí ni en el sultanato prosaudí hondureño chino de Shanghái ni en la sacrosanta Albión. Quedáis todos advertidos de que tomaremos las medidas pertinentes ... por vuestro bien, capullitos.
Javier Auserd.
La UE vigilará a los ciudadanos de opiniones radicales.

2 comentarios:

  1. Y encima, para añadir choteo al sangrante asunto, reciclan a este serie de ex-presidentes (o ex-alto 'algo') en líderes de opinión por cuyas conferencias, libros estrella ó conciertos de armónica se llevan la insultante pasta de sus abundantes y elitistas seguidores...
    La cosa es de circo...

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  2. Estoy de acuerdo, Cuaderno Rojo, pero es un circo en el que sacan los leones a la calle y nos comen a todos. Y lo de los expresidentes es de traca, no sé cual fue peor si Felipe o Aznar ni quienes lo serán si ZP o Rajoy. Fíjate que Calvo Sotelo mantuvo el gesto tecno-opus impasible el ademán en los minutos que duró. En fin, que nos pase lo menos posible.
    Un abrazo.

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