lunes, 5 de julio de 2010

La huelga de metro.

Hay sectores que no pueden hacer huelga. Creo que casi todo el mundo estará de acuerdo (incluso los conductores de metro) que bomberos, policías, ejército, sanitarios, recogida de basuras, electricidad y gas, comunicaciones y algunos más, no pueden ponerse en huelga por las gravísimas implicaciones para la vida y la salud del resto de los ciudadanos.
¿Qué pensarían los conductores del metro en huelga si al llegar a su casa no tienen luz ni agua por sendas huelgas de los trabajadores de estos sectores? ¿O si tuvieran un accidente y no fueran atendidos por una huelga de los trabajadores sanitarios y de los médicos de los servicios de urgencias de los hospitales? ¿O se declarara un fuego en su vivienda y no fuera apagado por la huelga de los trabajadores de extinción de incendios (bomberos)? ¿O no pudieran ver el fútbol que tanto les gusta? Impensable, salvaje e intolerable, ¿verdad?
Sin embargo, y aunque esto no sea tan unánime, también creo que los conductores de metro y autobuses municipales tampoco deberían poder hacer huelga simplemente porque pueden ser la causa de que otros trabajadores sean despedidos o que se queden sin su salario diario: precisamente los trabajadores más desfavorecidos, por ejemplo, las trabajadoras del servicio doméstico que durante los días de huelga llegan muy tarde o no pueden llegan a su lugar de trabajo así como otros muchos trabajadores. ¿Es esto justo? ¿Es esto solidario? ¿Es esto revolucionario? No. Es socialfascista, aunque a algunos no les guste este término científico marxista. Así de claro.
Y eso no da la razón a la sinvergüenza de la jefa de turno (que en Madrid todos sabemos quién es) ni significa que la tenga. Significa que algunos colectivos no pueden hacer huelga y que tendrán que hacer otros actos de presión en sus horas libres, como concentraciones, manifestaciones, caceroladas o paelladas ... pero nunca exponer a sus 'compañeros trabajadores' al paro o a la miseria por su culpa.
Parece razonable, ¿verdad?, pero el que lo parezca y lo sea no servirá de nada. Seguirá Esperanza Aguirre y Metro de Madrid ejerciendo su prepotencia abusiva y canalla, pero también seguirán los conductores del metro haciendo pagar a sus 'compañeros de clase obrera' su falta de imaginación y de vergüenza y poniéndoles en peligro de despido. ¡Qué bonito! ¡Qué avanzado y progresista! ¡Qué ... atajo de agentes del capital son todos!
Javier Auserd.

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