La desfachatez de los gobiernos español y francés (entre otros) es cada vez más descarada y vergonzante. Acaban de abortar cualquier resolución propia e internacional de condena en la masacre del Sáhara Occidental y ya despotrican para que se condene y se ataque a Corea del Norte.
Yo no digo que no se condene a Corea del Norte por su agresión. Lo que digo es que no se puede consentir la distinta reacción en un caso y en otro. Y no es que no se pueda entender, que se entiende demasiado bien, es que entenderlo produce un asco insufrible y un malestar vomitivo.
Acabo de leer en El Confidencial Digital las supuestas amenazas de Mohamed VI a Rubalcaba y sus presuntos chantajes (galicismo) para que el gobierno español haga lo que hace (sobre todo lo que no hace) y no lo que debería hacer en el tema del Sáhara Occidental. Y, sinceramente, me parecen muy verosímiles a la vista de lo que está sucediendo.
Es una prueba más del cinismo, de la hipocresía y de la mentira que manejan la mayoría de los políticos con absoluta desvergüenza, sabiendo que nadie les va a pasar factura. Es una pena, pero los ciudadanos deberíamos ser capaces de desarrollar instrumentos democráticos para pasarles esas facturas ... y cobrarlas.
Javier Auserd.
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