sábado, 18 de diciembre de 2010

No sonría, por favor.

No me gustan las sonrisas gilipollas, no puedo evitarlo. Es verdad que cada uno sonríe como lo que es, pero cuando se acentúan hipocresías ortopédicas resultan gestos esperpénticos incluso para los genuinos. Yo no digo que no se pueda reír y sonreír en absoluto, lo que sí digo es que con la que está cayendo y la que queda por caer (el desmantelamiento de los derechos de los trabajadores que tanto nos ha costado conseguir, nada menos) me parece que lo mínimo que se debe exigir es más cuidado y más tacto a la hora de hacerlo porque no es demagogia recordar que con 4,6 millones de parados, más de 800 mil familias sin prestación por desempleo y una hecatombe social en ciernes, risitas las mínimas incluso mejor si fueran entre cero y ninguna. Un país que cuadriplica instituciones y desperdicia dinero a manos llenas en burocracia inútil y absurda, mientras hay cada vez más excluidos sociales y todos lo estamos pasando mal y peor que lo vamos a pasar, no puede permitirse el lujo de frivolidades pedorreras. La canciller alemana Angela Merkel mismo (con todos sus defectos, despotismos y falsedades) es un claro ejemplo de los gestos que aprecian los ciudadanos en sus gobernantes. Aunque sólo sea porque, como dicen en mi pueblo, 'no está el horno pá bollos'.
Javier Auserd.

3 comentarios:

  1. Entre las últimas noticias impactantes de la actualidad ha destacado la del tío ese de Olot que se ha cargado a cuatro personas.
    Bien, yo me hago la siguiente reflexión:
    Un individuo cualquiera, tú, yo, o quien sea, después de trabajar y deslomarse toda una vida, ve que todo lo que ha conseguido se va por el retrete y le espera un fin de carrera muy penoso.
    Un individuo al que le quedan pocos años de vida laboral, ve cómo va a perder la casa, el coche, los ahorros, la dignidad...
    Un individuo ve con horror cómo es muy probable que su vejez haya de pasarla en la carencia, en la precariedad, o directamente en la miseria.
    Y si le sumamos que a ese individuo X además un señor que vive cojonudamente le debe dinero y no se lo paga, ¿qué nos encontramos?
    Bien, sabemos que lo que no hay que hacer es pegarle un tiro a nadie.
    Pero la gran pregunta es ¿qué hay que hacer si te ves en esa situación?
    Es un tema que me toca muy directamente.
    En mi fábrica no nos pagan. Siempre nos deben una nómina o dos y una paga o dos. Si esa fábrica echa el cierre, no sólo nos quedaremos en la calle, sino que además un orondo millonario nos deberá pasta. Resultado: hay gente muy cabreada.
    En España ahora hay muchísima gente muy cabreada, muchísima gente con miedo y muchísima gente que ya ha perdido sus viviendas y se le está acabando el paro. (los conozco personalmente, no estoy teorizando)
    Y que la gente esté así es muy muy muy peligroso, porque como todos sabemos hay personas impulsivas.
    Un abrazote, socio.

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  2. No esta el horno pa' bollos y los muy cretinos siguen amasando y poniendo mas a la cola. Si hay que ser radical, ni que sea por un tiempo, se es radical y todos contentos en un tiempo, pero basta de gilipolleces y niñerias, bastante me fastidió la crisis (paro, cierre de empresa) con sus beneficios a los empresarios para que encima sigan apretando y apretando. Lo que me hace gracia, de esa que no para, es que AHORA los sindicatos vuelven ha decir que si huelga, que si noseque, ahora a su casa los mandaba yo.

    1,respira. 2, respira. 3, respira. 4, respira. 5, respira. 6, respira. 7, respira. 8, respira. 9, respira. 10, respira, ... ni así logro tranquilizarme con tanta tontería.

    Un beso y un fuerte abrazo

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  3. Hola Blas. Te entiendo perfectamente y comparto tu indignación y tu duda. La situación es atroz, pero me pregunto como tú si no se darán muchos más casos. No hay que reaccionar con violencia pero muchas veces nos van empujando y empujando.
    Hola Marienkafer, coincido contigo y es muy difícil tranquilizarse en estas circunstancias.

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