lunes, 28 de febrero de 2011

Sol y loquio.

Ese viejo cuento del honor, que un día
tan cierto fue, como los Tercios españoles,
era el viejo resplandor de la porfía,
de la sangre, del sudor, de los bemoles.

Y, sin embargo, brillaba entre los soles
la concienzuda solera de la hombría
contra una vaga humedad de caracoles
(dicho sea con toda la ironía).

No transciende de mí esta queja mía
por mis aspaventados rockandrolles.
Veo llegar, desde la lejanía,
apretadas legiones de esquiroles.

© Javier Auserd.

3 comentarios:

  1. Me encanta tu poesía crítica.

    Un beso.

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  2. Hola Sak, gracias, a mi me encanta tu lírica.
    Hola Blas, no te creas, se me va la olla en general.
    Abrazos.

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