domingo, 27 de marzo de 2011

Averno.


CAPÍTULO Uno
El paso a través
1. Ritos.
-Ya verás cómo estos no levantan cabeza.
-¿Estás segura?
-Es infalible. Tendrán tantos males encima que no tendrán tiempo ni de rascarse. Así que tienes vía libre para promocionar tus ... libros.
-Parece que lo dices con sorna.
-Es que escribes muy mal, Mauro, hijo, la verdad sea dicha, eres un petardo alucinante.
-Entonces, ¿por qué me ayudas?
-Ah, ese es otro tema. Es que me gusta ser mala. ¡Ja, ja, ja, ja, ja! Pero lo cortés no quita lo valiente. Tú eres un autovendedor nato de las mayores porquerías o fraudes de la Historia y ... pagas y lloras bien.
-Ya.
-No te pongas triste, hombre, no se puede tener todo. Si eres un ... no puedes luego dártelas de honesto, por ejemplo. O sí puedes, pero nadie te creerá, porque es mentira. Tú dedícate a venderte y hacer promociones y entrevistas a mansalva pero no pretendas encima ser buena gente o tener talento. Carpe diem, hijito, carpe diem ... mientras dure.
-Y ¿durará?
-No eternamente, pero sí lo suficiente.
-¿Y tengo que creer en todas esas ... supersticiones para que se cumplan?
-No hace falta.
-Ah, ¡menos mal!
-Sí, menos mal para ti y para los que son como tú. Esto que llamamos vida, tiene unas leyes y ritos muy precisos, no hay más que sabérselos, con independencia del bien y del mal. ¡Pobrecillos!
-¿Quiénes?
-Tus enemigos. O aquellos que tú has decidido que lo sean.
-¿Ahora te dan pena?
-No, pena no, porque a ellos no les gusta causar pena. Pero sí respeto y admiración.
-¿Vas a ponerte de su lado?
-De su lado ya estoy, tienen todas mis simpatías. Pero esa es otra historia. Yo no mezclo obligación con devoción.
-Mejor así. Y no lo hagas nunca si sabes lo que te conviene.
-¿Me amenazas?
-Te recuerdo dónde están tus ... intereses.
-Ya.
-Bueno, yo me voy.
-¿No me dejas en casa?
-No. Búscate la vida. Coge la escoba. ¡Ja, ja, ja, ja!
-(¡Gilipollas!).
-Por cierto, espera. ¿Y los otros?
-Da tiempo al tiempo. Esos se caerán ellos solitos.
-¿Seguro?
-Claro.
-¿Cómo puedes estar tan segura?
-Ya te he dicho que sólo hay que saberse los ritos.
-Ah, sí. ¿Y llamas 'ritos' a tus hechizos?
-Son pura liturgia del Averno.
-Son puro teatro tuyo.
-Ten cuidado, Mauro García Madruga, no te pases.
-Ah, sí. Se me olvidaba que me puedes convertir en rana, ¡ja, ja, ja, ja, ja!
-No te burles. No seas burro. ¿No ves que se te puede volver en contra?
-¡Uy, qué miedo! Pero si tú no intervienes ...
-Nunca se sabe. Ten mucho cuidado, no te rías de estas cosas. Puedes no creer en ellas, pero no te burles.
-Bueno, bueno. No me 'aterrorices'. Además, tengo la suerte de cara y con tus ... 'ritos' ...
-Ya, ya, pero no te burles, por si acaso. No sería la primera vez que falla una 'misa' que parecía definitiva.
-¡Bah, bah!, ¡paparruchas!
-Vale, vale. Allá tú.
© Javier Auserd.

2 comentarios:

  1. Un relato interesante, igual que el interés que mueve a mucha gente en sus actos. Hacer el bien por el bien parece que ya no es "la moda", si no sacan algún partido no interesa...

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  2. Hola Marienkafer. Desde luego el bien está muy devaluado (empezando por instituciones que lo preconizan por delante y lo destrozan por detrás) pero no hay que perder la esperanza. Gracias por venir. Un beso.

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