martes, 19 de julio de 2011

Que alguien me lo explique.

Era bajito, triste, calvo, apocado, tímido, de voz atiplada, todo lo contrario de los valores y atributos ibéricos del supermacho que decía encarnar y que se le exigía a cualquier cabo furriel cuanto más a un general de la raza de Viriato, del Cid Campeador o del emperador Carlos I de las Españas y V de Alemania. Y, sin embargo, se deshizo de sus amigos, de sus enemigos y mandó en España durante 3 años de carnicería y 36 de matadero, cárcel, cuartel y sótanos de la D.G.S. Por favor, por favor, que alguien me lo explique.
Javier Auserd.

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