domingo, 7 de agosto de 2011

Poyales del Hoyo (Ávila), el odio que no cesa.

(Obsérvese el nombre de la dirección del Ayuntamiento)
"Buscaré a nuestros enemigos allí donde se encuentren, incluso si están bajo tierra. Los fusilaré de nuevo estén donde estén y si están muertos los mataré otra vez".
General Gonzalo Queipo de Llano, 18 de julio de 1936, Radio Sevilla.

Estamos en agosto de 2011, pero parece una crónica de la España más terrorífica, inhumana, mezquina, atroz y troglodita. Un alcalde (más franquista que Franco) desentierra, cometiendo un delito especialmente miserable, unos restos humanos que al fin descansaban en una tumba después de casi 70 años y los tira a un hoyo (¿para castigarles de nuevo aún más?). Sus familiares van hoy al pueblo a protestar y los partidarios del alcalde les atacan y agreden. ¿Corleone, Irak, Afganistán? No. La vergonzosa España profunda con la que no se atreven ni los jueces más ecuánimes y valientes.
Javier Auserd.

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