viernes, 20 de enero de 2012

Milonga Niza. Quintin Cabrera.




El gallo en su gallinero
abre las alas y canta.
Quien se acuesta en cama ajena
madrugando se levanta.
Te quiero tanto vidita,
vidita tanto te quiero
que si me sacan los ojos
te miro por los aujeros.


Y en el tiempo e los apostoles
los hombres eran barbaros,
se subian a los arboles
y se comian los pajaros.


Taban jugando a baraja
en la puerta el cementerio,
todo el mundo estaba riendo,
solo el muerto estaba serio.
Al sentir tanto alarido
el muerto se levantó,
apagó todas las velas
y velorio se acabó.


En el tiempo e los apostoles
los hombres eran barbaros,
se subian a los arboles
y se comian los pajaros.


Voy a mandar que me entierren
sentado cuando me muera
pa que vos puedas decir:
'Se murió pero me espera'.
La mula que yo montaba
la ensilla mi compañero,
el gusto que a mí me queda
que yo la monté primero.


Y en el tiempo e los apostoles
los hombres eran barbaros,
se subian a los arboles
y se comian los pajaros.
© Quintin Cabrera. Yo nací en Montevideo, 1975.

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