Déjenme cantar bajito,
aunque no sea cantor.
Hay quien se aviene a estar lejos,
pero yo no, pero yo no.
Hay quien se aviene a estar lejos,
pero yo no, pero yo no.
La tierra se me despinta
encerrado en la pensión.
Hay quien se mira al espejo
pero yo no, pero yo no.
Hay quien se mira al espejo
pero yo no, pero yo no.
Déjenme cantar bajito, déjenme.
Cuando me atore de zamba,
me callaré, me callaré.
Cuando me atore de zamba,
ya me callaré, ya me callaré.
Me vine porque sobraba
y aquí no me dan valor.
Para un pobre nunca hay sitio,
sólo dolor, sólo dolor.
Para un pobre nunca hay sitio,
sólo dolor, sólo dolor.
Por lo menos que la zamba
me sirva de ocupación.
No hay descanso para un pobre,
sólo dolor, sólo dolor.
No hay descanso para un pobre,
sólo dolor, sólo dolor.
Déjenme cantar bajito, déjenme.
Cuando me atore de zamba,
me callaré, me callaré.
Cuando me atore de zamba,
ya me callaré, ya me callaré.
© Carlos Montero. Album: De las raíces.
Qué cosas tan ciertas...
ResponderEliminarUn beso.
Es verdad, Sak. Son cosas tristemente ciertas. Carlos Montero empezó así aquí en España hace muchos años, luego le ha ido bien (no como a Julio Iglesias allá), pero ... bueno. Pero el dolor de esta canción es tan real y actual y universal que tenía muchas ganas de 'atraparla' para mostraros una faceta amarga y dura de la vida. Aunque también hay cosas bonitas, claro está. Que hayas venido es una de ellas. Un beso.
ResponderEliminarEsta zamba la cantaba, de corazón, mi amigo Josechu. Ya no está. Mi entrañable recuerdo para él. La letra parece que se escribió pensando en nuestra vida en Madrid en los años ´70.
ResponderEliminarMe duele escucharla y a la vez no puedo evitarlo.
Adolfo Zabas
A mi también me recuerda a la de Bretón de los Herreros y, sobre todo, a mi amigo Adolfo,...y a Cafrune, y a Cortés, Alberto,...muy entrañable,...
ResponderEliminarSi Adolfo, estoy de acuerdo contigo. A mi también me recuerda los 70, una etapa muy bonita de nuestras vidas y nuestros encuentros de todos los amig@s en Madrid........qué tiempos aquellos, a veces duros y difíciles, y muchas veces divertidos y maravillosos.. (juventud, divino tesoro). El mundo era nuestro y las amistades se formaban para toda la vida.......Un abrazo... Jani
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