Todavía doy pasos cortos, inseguros, como un bebé. Me da miedo todo. Todo me asusta. Todo me inquieta y me altera y me hace temblar. Pero sé que debo seguir avanzando por mucho que me cueste, por mucho que me duela, aunque tenga que parar a ratos y continuar luego. En este espantoso calvario no estoy solo y debo hacerlo también por ellos. Ya voy, ya voy. Aguarda un momento.
Javier Auserd.
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