Ha muerto Umberto Eco, un sabio, un filósofo, un profesor. Sin él, nada va a ser igual. La visión del universo cotidiano va a resultar borrosa y desenfocada, perdida y demoledora. Su genio y su ingenio no tenían parangón en este mundo desquiciado. Adiós, Umberto, nos dejas muy solos frente a los dragones.
Javier Auserd.
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